En entornos industriales, laboratorios y otros espacios de trabajo con sustancias peligrosas, las duchas y lavaojos de emergencia son equipos esenciales para la seguridad de los trabajadores. Saber cómo usarlos correctamente puede marcar la diferencia en caso de un accidente.
Estos dispositivos están diseñados para reducir los daños causados por la exposición a sustancias químicas, altas temperaturas o partículas peligrosas. Se deben utilizar inmediatamente en situaciones como:
Contacto con productos químicos corrosivos o irritantes en la piel o los ojos.
Salpicaduras de materiales tóxicos o peligrosos.
Incendios o explosiones que afecten la ropa o el cuerpo.
Irritación ocular por polvo, gases o vapores.
Dirígete rápidamente a la ducha: Debe estar ubicada a menos de 10 segundos de distancia.
Acciona la válvula de activación: Generalmente es una palanca o cadena de fácil acceso.
Quítate la ropa contaminada: Para evitar que los productos químicos sigan actuando sobre la piel.
Mantente bajo el agua: Durante al menos 15 minutos para asegurar la eliminación de la sustancia.
Busca asistencia médica inmediata: Aunque los síntomas sean leves.
Acciona el lavaojos: Presiona la palanca o pedal para activar el flujo de agua.
Mantén los párpados abiertos: Para asegurar un enjuague adecuado del ojo afectado.
Lava los ojos durante al menos 15 minutos: Moviendo los ojos en todas direcciones para eliminar residuos.
Evita frotarte los ojos: Esto podría empeorar la situación.
Busca atención médica de inmediato: Incluso si el dolor o la irritación disminuyen.
Las duchas y lavaojos deben revisarse regularmente para garantizar su correcto funcionamiento.
Los trabajadores deben recibir capacitación sobre su uso.
Deben estar ubicados en zonas accesibles y señalizados correctamente.
El uso adecuado de duchas y lavaojos de emergencia es fundamental para minimizar lesiones en caso de accidente. La capacitación y el mantenimiento preventivo aseguran que estos dispositivos estén siempre listos para su uso.
