En la construcción y en otros entornos industriales, el uso del casco de seguridad es fundamental para proteger la cabeza de los trabajadores ante impactos, caídas de objetos y otros riesgos laborales. Sin embargo, no todos los cascos son iguales: su color tiene un significado específico que ayuda a identificar rápidamente el rol de cada persona en la obra.
El código de colores permite una mejor organización y seguridad en el lugar de trabajo. Aunque no existe una normativa universal que regule los colores de los cascos, muchas empresas y sectores siguen una clasificación estandarizada para facilitar la identificación de los trabajadores según su función.
Usado por:
Ingenieros
Arquitectos
Supervisores y jefes de obra
Suelen ser las personas encargadas de la coordinación y toma de decisiones en la construcción.
Usado por:
Obreros y operarios
Trabajadores en general
Es el más común en las obras y se asocia con los trabajadores que realizan tareas de construcción y mantenimiento.
Usado por:
Electricistas
Carpinteros
Operarios técnicos especializados
Se distingue a los trabajadores con funciones técnicas y de oficios específicos dentro del sitio de trabajo.
Usado por:
Personal de seguridad y salud laboral
Equipos de primeros auxilios
Se asocia con la seguridad y con aquellas personas encargadas de prevenir riesgos y atender emergencias.
Usado por:
Personal de emergencia y bomberos
Indica que el portador tiene un rol en la respuesta a emergencias y seguridad contra incendios.
Usado por:
Visitantes
Operadores de maquinaria pesada (según algunas empresas)
Se asigna a personal que no forma parte del equipo habitual de la obra pero necesita identificación clara.
Usado por:
Inspectores de obra
Frecuentemente utilizado por personal externo que inspecciona el cumplimiento de normas y regulaciones.
El color del casco de seguridad facilita la identificación del rol de cada persona dentro de una obra, mejorando la organización y la seguridad laboral. Aunque los colores pueden variar según la empresa o el país, seguir un código estandarizado ayuda a prevenir accidentes y mejorar la comunicación en el entorno de trabajo.
